por Mauricio González
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TSMC parece estar resolviendo su dilema. El mayor fabricante de semiconductores del mundo, con sede en Taiwán, enfrentó un serio problema cuando a finales de octubre, el Departamento de Comercio de Estados Unidos inició una investigación para averiguar si estaba produciendo chips para Huawei. Las sanciones impuestas por el gobierno de Joe Biden, con el apoyo de la administración taiwanesa, restringen la capacidad de TSMC para trabajar con empresas chinas, lo cual plantea retos significativos para sus operaciones futuras.
Recientemente, la plataforma canadiense TechInsights descubrió un chip fabricado por TSMC en la tarjeta de inteligencia artificial Ascend 910B. Este hallazgo despertó las sospechas del Departamento de Comercio de Estados Unidos, dirigido por Gina Raimondo. El hardware, diseñado y producido por Huawei, está destinado a competir directamente con la GPU A100 de NVIDIA. Gracias a su rendimiento y al apoyo del gobierno de Xi Jinping, está ganando una presencia notable en el mercado chino.
El Compromiso de TSMC con la Transparencia y los Desafíos de Identificar Intermediarios para China
Bajo la dirección de C.C. Wei, la compañía respondió de manera inmediata con un comunicado donde, de alguna forma, admitieron que algo había fallado y reconocieron su responsabilidad en el conflicto: ‘Si tenemos alguna razón para creer que existen posibles problemas, tomaremos medidas rápidas para asegurar el cumplimiento de las sanciones, incluyendo investigaciones y comunicación proactiva con las partes involucradas, como clientes y autoridades regulatorias’. Este esfuerzo ha demostrado que la empresa taiwanesa está comprometida con la transparencia y el cumplimiento de las regulaciones internacionales.
Según el medio asiático SCMP, TSMC ha terminado su relación comercial con PowerAIR, una empresa de Singapur que aparentemente es responsable de proporcionar a Huawei el chip fabricado por TSMC que se encontró en la tarjeta de IA Ascend 910B. Curiosamente, esta es la segunda empresa que presuntamente ha facilitado a Huawei circuitos integrados producidos por TSMC. El año pasado, TSMC dejó de ofrecer sus servicios de fabricación a la compañía china de diseño de chips Sophgo por mediar ilegalmente con Huawei. Esta medida reafirma el compromiso de TSMC con las regulaciones y la transparencia en sus operaciones.
Estados Unidos está observando de cerca a Singapur debido a las sospechas que recaen sobre algunas de sus empresas. India y Malasia también están en la lista de países que, aparentemente, actúan como intermediarios para que China obtenga los semiconductores avanzados que necesita.
Para TSMC, NVIDIA, AMD y otras compañías occidentales que operan en la industria de los semiconductores, será difícil identificar a sus clientes que actúan como intermediarios para China. La experiencia de TSMC con PowerAIR y Sophgo evidencia que para el gobierno de Xi Jinping resulta sencillo sustituir un intermediario por otro. Este desafío subraya la complejidad de mantener el control y garantizar la conformidad con las regulaciones internacionales.