Por Juan F. Peraza
jfperaza at geekmagazine.mx
Ante la escasez de semiconductores que amenaza con paralizar buena parte de la industria tecnológica, en las últimas semanas se han anunciado distintas iniciativas que prevén la construcción de nuevas instalaciones para la fabricación de estos componentes en distintas partes del mundo.
Actores como Estados Unidos, pero también la Unión Europea, han manifestado recientemente, que su estrategia pasa además por alcanzar cierta independencia en un mercado que está fuertemente dominado por países asiáticos como China, Corea del Sur o Taiwán.
En el caso de la UE, una de las ideas que se estaba barajando era instalar y licenciar una gran factoría de TSMC en el viejo continente, de modo que el suministro de estos componentes clave estuviera garantizado. Sin embargo y a raíz de las últimas declaraciones efectuadas por el ministro de economía de Taiwán, Wang Mei-hua, no parece que esa promesa se vaya a cumplir a corto plazo.
En este sentido, Wang-Mei-hua ha afirmado en una entrevista para Reuters, que en los próximos años, TSMC seguirá produciendo su tecnología más avanzada en la isla, lo que supone un cubo de agua fría para las ambiciones comunitarias. Concretamente el ministro asiático ha afirmado que «TSMC ha dicho en repetidas ocasiones que la tecnología será definitivamente (producida) principalmente en Taiwán. En cuanto a cómo Taiwán y la UE pueden cooperar, las empresas tienen sus acuerdos y consideraciones, y se puede seguir discutiendo».
Estas declaraciones se han producido en la misma semana en la que Thierry Breton, Comisario de la UE para el mercado interior, tiene previsto reunirse con la presidenta de la división de TSMC para Europa, Maria Marced. Además, también está previsto un encuentro con representantes de Intel, compañía con la que se está explorando la posibilidad de construir una factoría similar en territorio europeo.
Aunque el acuerdo con Intel parece más factible, fuentes comunitarias aseguran que en realidad lo que más interesa a Bruselas es convencer a TSMC, ya que consideran que la marca asiática es líder indiscutible de este sector y cuenta con tecnologías de fabricación de chips mucho más avanzadas.
Las declaraciones de Wang contrastan sin embargo con la política actual de TSMC, que además de factorías en Taiwán, dispone de varias plantas de fabricación en China y ha confirmado la inversión de 12.000 millones de dólares en el desarrollo de seis plantas de semiconductores en Arizona.