por Mauricio González
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Dada la presión ejercida por Estados Unidos y sus aliados sobre la industria china de semiconductores a través de sanciones, la Administración de Xi Jinping se ha visto obligada a destinar recursos a este sector. Los diseñadores y fabricantes chinos de circuitos integrados necesitan expertos. De no hacerlo, el desarrollo de su industria de chips estaría en riesgo, algo que China no puede permitirse.
Entre las instituciones más prestigiosas de China que ofrecen una formación sólida en física, ingeniería eléctrica, electrónica y mecánica se encuentran la Universidad Tsinghua en Pekín, la Universidad Fudan en Shanghái, la Universidad de Zhejiang en Hangzhou, la Universidad de Ciencia y Tecnología de China en Hefei y la Universidad de Tecnología Electrónica de China en Chengdú. Estos centros universitarios son reconocidos por su excelencia académica y por formar a expertos en estos campos.
Aunque las empresas chinas de semiconductores requieren ingenieros y graduados con una formación sólida, en el contexto actual los empleados más valiosos son aquellos con experiencia comprobada en la industria de los chips. Taiwán es probablemente la mejor fuente de talento en este campo, y TSMC cuenta con algunos de los mejores expertos en circuitos integrados avanzados de toda la industria. Este flujo de talento experimentado es crucial para que las empresas chinas puedan competir y mantenerse a la vanguardia en el mercado global de semiconductores.
Huawei toma una estrategia segura al intentar contratar a empleados de TSMC
El diario francés Le Monde informa que Huawei está tratando de atraer a empleados de TSMC ofreciéndoles un salario tres veces mayor que el que reciben en la compañía taiwanesa. Aunque China y Taiwán han estado en conflicto durante décadas, comparten un pasado común y una cultura laboral similar. Este enfoque no parece descabellado, ya que estas prácticas son legales. Este movimiento podría significar una reconfiguración importante en la distribución del talento en la industria de los semiconductores a nivel global.
Elegir trabajar en una empresa que ofrezca un mejor salario o desarrollo profesional es un derecho de cualquier profesional. No obstante, la contratación de expertos de empresas competidoras puede resultar en la vulneración de patentes y secretos comerciales. Sin lugar a dudas, el acceso a la propiedad intelectual de TSMC sería un gran avance estratégico para Huawei, SMIC y otros fabricantes chinos de chips, impulsando su competitividad en el mercado global.
Esta es la esencia del problema, y como podemos suponer, TSMC sabe cómo protegerse. Una de sus estrategias es compartimentar sus proyectos para que ningún empleado tenga acceso a toda la información sensible. Además, la Oficina de Investigación de Justicia de Taiwán supervisa minuciosamente a todas las empresas extranjeras que desean reclutar talento local en el ámbito de los semiconductores. También hay que tener en cuenta que, una vez que un empleado se va a una compañía china, es muy poco probable que pueda regresar a una empresa taiwanesa o estadounidense. Esta realidad crea un obstáculo significativo para la fuga de talentos y protege los intereses estratégicos de TSMC y otras empresas del sector.