Inteligencia artificial y economía

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Por Juan Fco. Peraza

jfperaza at geekmagazine.mx

El uso de la tecnología siempre debe verse como un recurso para mejorar, pero, debe ser muy claro donde y como aplicarla, de lo contrario, puede no ser muy útil… Macraf

Desde hace algunos meses, el término inteligencia artificial, así como las dudas que surgen alrededor de su aplicación en diferentes campos, ha crecido de forma importante y no solo en lo relacionado con la tecnología, sino en la forma en la que podría cambiar la relación entre las diferentes industrias, después de todo, es una herramienta sumamente potente qué permite el procesamiento de grandes cantidades de datos y, con esto, la forma en la que se toman decisiones para el desarrollo de nuevos productos y servicios.

Al respecto, llama la atención la posible aplicación o impacto de esta nueva tecnología en los temas económicos que comúnmente analizamos en este espacio, para empezar, quiero aclarar que el impacto de la inteligencia artificial en el tema económico, no estará relacionado con la forma en que entendemos la economía, la definición básica del mercado, la competitividad o, la relación de oferta y demanda sobre la cual se basa el ciclo económico, sin embargo, la gran capacidad de procesamiento de datos antes mencionado, permitirá encontrar y entender patrones y tendencias de consumo, cuestión que mejorará la forma en la que se realizan los análisis de mercado, la predicción de demanda, la optimización de precios o la gestión de inventarios, todo esto mediante la automatización de procesos, mejorando de forma consistente la eficiencia de las empresas, reduciendo costos y aumentando la rentabilidad.

Dado lo anterior, su uso si podría generar un impacto directo en el crecimiento de la economía, ya que, la mejora en los niveles de eficiencia y productividad de las empresas, será resultado de la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías, así como, de la identificación de nuevas oportunidades de negocio, potenciando de esa forma la competitividad empresarial en el mercado y volviendo a las empresas más atractivas para la inversión.

Sin embargo, al ser una tecnología nueva, existen ciertos riesgos que deben considerarse, por ejemplo, el desplazamiento de la mano de obra, por supuesto que, una planta automatizada es más eficiente y productiva, pero, también es cierto que eso puede eliminar puestos de trabajo, el gran reto por lo tanto es, encontrar el justo medio en su aplicación, para lo cual se debe buscar la creación de más y mejores empleos, así como, privilegiar el nivel educativo de los ciudadanos.

Finalmente, no debemos perder de vista que el uso de estas tecnologías conlleva un cuidado especial de la privacidad y la seguridad de los datos, por lo que, se debe poner especial énfasis en legislaciones que protejan la información y establezcan de forma clara y transparente, quienes la tendrán, como la obtendrán y donde estará almacenada, de lo contrario, delitos como el robo y suplantación de identidad pueden volverse comunes y, por tanto, afectar al entorno económico y social del país.

Sin duda hay muchos beneficios, pero también grandes riesgos, habrá que ver con el tiempo si los primeros, pueden ser lo suficientemente fuertes como para eliminar a los segundos, de lo contrario, mucho me temo que los entusiastas de la tecnología, tendrán que esperar un poco más para poder decir que la inteligencia artificial alcanzó su máximo desarrollo, sobre todo en estos terrenos de la economía, donde la certeza y las expectativas, juegan un papel clave en el desarrollo.

El autor es académico de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana, consultor experto en temas económicos, financieros y de gobierno, director fundador del sitio El Comentario del Día y conductor titular del programa Voces Universitarias.