Por Martin Lujano
jmlujano at geekmagazine.mx
Vamos a explicarte qué son exactamente las criptomonedas, de manera que si has oído hablar de ellas en general o de alguna concreta como el Bitcoin, puedas saber de qué se trata exactamente. Se trata de un tipo de medio digital de intercambio que ya lleva más de una década entre nosotros, pero ha sido en los últimos años cuando más ha ido aumentando su fama.
Además de explicarte lo que son, también vamos a intentar explicarte brevemente y de forma sencilla cómo funcionan internamente, además de mencionar también algunas de las otras que existen actualmente y de las que se está oyendo hablar.
Qué es una criptomoneda
Las criptomonedas, a las que también se les puede llamar criptodivisas o criptoactivos en algunos ámbitos, son un medio digital de intercambio. Cumple la función de una moneda, y de ahí que se las conozca con ese nombre. Sin embargo, es algo totalmente digital, que utiliza métodos criptográficos para asegurar sus transacciones financieras, controlar la creación de nuevas unidades y verificar la transferencia de activos.
Por lo tanto, podemos considerarlas como una alternativa descentralizada a las monedas digitales. Con el término “descentralizada” nos referimos a que estas monedas no son controladas por un único servicio o empresa. Lo mismo pasa con las monedas convencionales, centralizadas y organizadas por entidades y bancos, por lo que son un método opuesto a ambas.
La primera criptomoneda fue el Bitcoin creado por “Satoshi Nakamoto”, seudónimo que corresponde a una persona que nadie sabe exactamente quién es. Esta persona publicó en 2009 un artículo en el que describía un sistema de pagos P2P al que llamó Bitcoin. Al cabo de unos meses él mismo publicó la primera versión del software que permite gestionar la red de la moneda, y empieza a interactuar en foros con los primeros interesados.
Todavía no se sabe realmente quién es esta persona, pero sí que se sabe que se ha convertido en una de las 20 personas más ricas del mundo. El Bitcoin y su tecnología han tenido tal impacto, que a lo largo de los años han ido llegando cada vez más alternativas, nuevas criptomonedas alternativas que han ido incrementando su valor con mayor o menor suerte. Desde entonces, como veremos un poco después, se han ido creando una gran cantidad de criptomonedas diferentes.
Las criptomonedas pueden usarse como método de pago en algunos casos. Además, también pueden servir como un método para enviar dinero a personas que vivan en países a donde no puedes mandarlo normalmente con tu banco, o para hacer pagos que no queden registrados en ningún sitio.
Otra cosa que debes saber es que el valor de cada criptomoneda es variable, y que en los últimos tiempos está habiendo una especulación similar a los activos bursátiles. Por lo tanto, hay mucha gente que está creándose wallets en servicios donde pueden comprar criptomonedas, e intentar comprarlas para venderlas después y así ganar dinero.
En esto no es recomendable que te metas si no sabes, porque también puede haber caídas abruptas del valor de las criptomonedas y acabar perdiendo dinero. Sin embargo, en el caso de que tengas criptomonedas, también es importante saberlo, ya que si vas a operar con ellas para realizar pagos debes saber que puedes encontrarte con precios variables por esta razón. Existen varias alternativas para ver el calor de las criptomonedas.
Cómo funcionan las criptomonedas
Para entender el funcionamiento de las criptomonedas debes entender también varios conceptos básicos. El primero es que se basa en una red de ordenadores descentralizada, lo que suponen nodos repartidos por todo el mundo con copias de todas las transacciones que se han realizado. El segundo concepto es el de los mineros, personas que forman parte de los nodos, y que tienen el incentivo de que cada vez que se generan Bitcoins nuevos se reparten entre quienes forman parte de estos nodos.
Otro de los conceptos importantes es el de las exchanges, que son empresas que te permiten cambiar monedas como los euros o los dólares por Bitcoins y meterte en el mundo de forma más sencilla. Cuando los consigues, estos se almacenan en los ‘Wallets’ o carteras, que son aplicaciones que te permiten guardarlos o intercambiarlos.
Cada criptomoneda tiene su propio algoritmo, el cuál es el que gestiona la cantidad de nuevas unidades que se emiten cada año. Por ejemplo tenemos el Bitcoin, que cada cuatro años se reduce por dos la cantidad que se producen, y sólo se emitirán un total de 21 millones de Bitcoins. Esto es una diferencia fundamental con las monedas convencionales, puesto que los bancos modifican su valor a su libre albedrío. Esto le da más capacidad de generar valor frente a unas monedas que pueden devaluarse cuando los bancos digan.
Y como los algoritmos de las diferentes criptomonedas es diferente, el máximo de unidades de cada criptodivisa también varía. Esto puede afectar también a su valor y su rendimiento, aunque no es algo que a los usuarios mas básicos nos tenga que preocupar tanto.
A esta red de ordenadores descentralizada con diferentes nodos se la conoce como cadena de bloques o Blockchain. Sus bloques o nodos están enlazados y asegurados usando criptografía. Cada bloque enlaza a un bloque previo, así como una fecha y datos de transacciones, y por diseño son resistentes a la modificación de datos.
Por lo tanto, es como si esta red o cadena de bloques fuera un libre abierto y público en el que se registran todas las transacciones que hacen dos usuarios. Cuando haces una transacción los datos de esta se registran en un bloque, y automáticamente se va replicando en el resto. Esto hace que los datos no puedan ser modificados ni manipulados sin modificar el resto de bloques, algo extremadamente complicado.
Qué otras criptomonedas existen
Tal y como te hemos dicho antes, el Bitcoin empezó a dar sus primeros pasos en 2009. Desde entonces, con el tiempo han ido llegando cada vez más nuevas criptomonedas. Algunas llevan años posicionándose como alternativas robustas y populares como el Ethereum, el Litecoin, y otras similares. El Ethereum incluso tiene una nueva versión llamada Ethereum 2.
Pero también hay algunas sorpresas nuevas como la recién llegada Dogecoin, una criptomoneda creada por divertimento y basada en un meme. Pero desde que Elon Musk habló de ella asegurando que es la criptomoneda del pueblo, su valor no ha parado de crecer.
Y como estas, hay muchísimas alternativas con valores al alza, y nuevas que van saliendo. Algunos nombres propios entre las más valoradas son el Binance Coin, XRP, Cardano, Tether, Polkador, Uniswap, Chainlink o Bitcoin Cash. Sin embargo, la mayoría de ellas quedan con un valor que está muy lejos del que tienen las tres grandes, que son el Bitcoin, Ethereum y Ethereum 2.
Hay algunas empresas y servicios que también han intentado crear sus propias criptomonedas, pero de momento no parece que estén consiguiendo buenos resultados. Facebook cambió el rumbo de Libra, que pasará a ser una alternativa a PayPal en vez de una criptomoneda, y Telegram abandonó también su proyecto de crear una criptomoneda llamada Gram. Sin embargo, es de esperar que con el tiempo sigan surgiendo nuevas alternativas.