La compañía Neuralink, propiedad del magnate, asegura que el producto estará dirigido a personas que hayan perdido el uso de las extremidades para que puedan controlar su móvil o PC utilizando solo la mente. Neuralink está investigada por la muerte de monos en la fase de experimentación.
La compañía Neuralink, propiedad del multimillonario Elon Musk, ya ha implantado el primer chip cerebral en un ser humano, un producto llamado Telepathy, que probarán inicialmente aquellas personas que hayan perdido el uso de sus extremidades.
“El primer ser humano recibió un implante de Neuralink ayer y se está recuperando bien”, ha escrito Musk en la red social X, “los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales”.
La función del implante será la de “leer” la actividad cerebral para poder transmitir órdenes que ayuden a restaurar algunas funciones cerebrales gravemente dañadas tras un infarto o una esclerosis lateral amiotrófica, que derivan en graves daños en la capacidad comunicativa. Según Musk, este innovador implante “permitirá controlar el teléfono o PC, y a través de ellos casi cualquier dispositivo, con solo pensar”.
La clientela inicial será aquella que haya perdido el uso de sus extremidades, ha explicado Musck, quien ha agregado: “Imagínese si Stephen Hawking pudiera comunicarse más rápido que un veloz mecanógrafo o un subastador. Ese es el objetivo”.
Poco más se sabe de Telepathy, y también se desconoce la identidad y edad de la persona a la que le ha sido implantada.
Neuralink, la empresa de Musk que dice haber logrado el implante, está siendo investigada por las autoridades estadounidenses tras la muerte de varios monos en la fase de experimentación de estos chips.
En 2021 Neuralink publicó en YouTube un vídeo en el que aparecía un mono con un chip implantado en el cerebro jugando a un videojuego que controlaba desde la mente. Musk aseguró entonces que el mono “está jugando al literalmente al videojuego de forma telepática usando un chip cerebral”.
Unos meses antes, Neuralink probó con éxito en cerdos un chip que, implantado en el cráneo, permitía medir la actividad cerebral de los animales.