Por Lucio Gpe. Quirino R.
Lquirino at uas.edu.mx
La propuesta busca rellenar el vacío legal hasta que entre en vigor la Ley de Inteligencia Artificial, que sigue en vías de negociación en las instituciones europeas
Estados Unidos y la Unión Europea comparten la fascinación, y la preocupación, por todas las posibilidades —y riesgos— que implica el rápido avance de la inteligencia artificial (IA) generativa en todos los ámbitos. Europa ya se prepara con una ley pionera que busca regular todos los aspectos de la IA, pero hasta que se apruebe —todavía está en fase de negociación legislativa en Bruselas— y entre en vigor, pueden pasar todavía años. Unos años preciosos en los que este tipo de tecnología puede seguir avanzando sin control. Es lo que quieren evitar Washington y Bruselas, que se proponen presentar en breve un “código de conducta” voluntario para las empresas que desarrollen este tipo de tecnología, según se ha avanzado este miércoles en un encuentro bilateral en Suecia.
“En las próximas semanas, avanzaremos una propuesta de un código de conducta para IA generativa al que la industria pueda comprometerse de manera voluntaria”, ha revelado la vicepresidenta de la Comisión Europea para el área digital y de competencia, Margrethe Vestager, al término de un encuentro ministerial del ramo con Estados Unidos en Lulea, Suecia. El texto, elaborado junto con Estados Unidos y para el que será consultada tanto la industria como expertos, debería estar “muy, muy pronto, en las próximas semanas”, ha agregado.
El anuncio se produce 24 horas antes de que Sam Altman, el fundador de la empresa OpenAI creadora de ChatGPT, la tecnología que ha hecho saltar todas las alarmas, llegue a Bruselas en el marco de una gira europea que le ha llevado a varias capitales, incluida Madrid. En la sede de la UE, Altman, que es uno de los defensores de una regulación de la IA generativa, se reunirá con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una “reunión de trabajo” cerrada a la prensa. Pero antes, Altman se ha reunido con Vestager y la secretaria estadounidense de Comercio, Gina Raimondo, en Lulea, donde han tratado el posible código de conducta voluntario, que según las “ideas” discutidas con los desarrolladores de IA generativa, podría incluir controles como marca de agua, o auditorías externas, ha dicho Vestager en un tuit.
La UE quiere ser pionera en la regulación de la Inteligencia artificial, para lo cual ha realizado una propuesta legislativa, la AI Act. El texto debería ser aprobado en el próximo pleno del Parlamento Europeo, a mediados de junio, tras lo cual comenzará la etapa de negociación con el Consejo de la UE y la Comisión para llegar a un acuerdo sobre un texto final que, tras su nueva ratificación por los Veintisiete y la Eurocámara, entrará en vigor en toda la UE.
Pero tal como ha señalado Vestager este miércoles, la IA generativa supone un punto de inflexión “tan poderoso” que quizás no sea posible esperar a que los legisladores acaben su trabajo. “Tenemos varios procedimientos legislativos diferentes, tomarán 2 o 3 años antes de que entren en vigor, y estamos hablando de una aceleración tecnológica increíble”, ha explicado Vestager en una comparecencia junto al secretario estadounidense de Estado, Anthony Blinken, y Raimondo.
Un código de conducta voluntario, al que según Vestager se intentará que se unan empresas de otros países, como Canadá, Reino Unido, Japón o la India, podría suponer un “puente” regulador hasta que entre en vigor la reglamentación en marcha —o futuras leyes en otras regiones— y dar así confianza a la ciudadanía de que “las democracias responden” ante sus retos e inquietudes.