por Mauricio González
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Los semiconductores avanzados, cuya exportación a China fue prohibida por sanciones del Gobierno estadounidense, han sido adquiridos por el ejército chino, centros de investigación de inteligencia artificial (IA) controlados por el Estado y universidades durante 2023 y, presumiblemente, también en lo que llevamos de 2024.
Es prácticamente imposible para Estados Unidos y sus aliados asegurar que los semiconductores avanzados sujetos a restricciones no ingresarán a China, liderada por Xi Jinping. De hecho, como hemos observado, están llegando. Sin embargo, los datos disponibles indican que están entrando con dificultad y en cantidades menores a las necesarias para que China mantenga el desarrollo de su investigación científica en IA y garantice la innovación en su capacidad militar, lo cual representa un desafío considerable para sus objetivos a largo plazo.
Al mismo tiempo, Estados Unidos está intensificando sus esfuerzos diplomáticos para persuadir a sus aliados y socios internacionales a adoptar medidas similares, con el fin de crear un frente unificado que impida el acceso de China a tecnologías sensibles. Estas acciones no solo buscan frenar el progreso de China en campos clave como la inteligencia artificial y la tecnología militar, sino también reafirmar el liderazgo global de Estados Unidos en innovación y seguridad tecnológica. Se espera que estas medidas generen tensiones geopolíticas adicionales y provoquen respuestas estratégicas por parte de China y sus aliados.
Los intermediarios se posicionan como los principales colaboradores de China
Aunque las sanciones permiten a la administración estadounidense controlar la exportación de bienes que necesitan supervisión, el gobierno chino y las empresas de China pueden recurrir a vías de importación alternativas para obtener lo que requieren. Esta es exactamente la estrategia que están implementando. En un principio, se pensaba que India era la principal puerta de entrada a China para los circuitos integrados prohibidos por Estados Unidos, pero ahora se ha descubierto que varios países del sudeste asiático están involucrados en estas actividades.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos sospecha que Singapur y Malasia son los principales centros de contrabando de chips de IA hacia China, según SCMP. Esta preocupación ha llevado a Estados Unidos a tomar medidas, con Gina Raimondo, la secretaria de Comercio, y Jake Sullivan, el asesor de Seguridad Nacional, liderando la preparación de un nuevo paquete de sanciones. Estas sanciones estarán dirigidas específicamente a los países mencionados y posiblemente a otros adicionales, con el fin de asegurar el cumplimiento de las prohibiciones.
Estas prohibiciones buscan evitar que los países intermediarios continúen apoyando a China en la adquisición de GPU avanzadas para IA, respaldando así al gobierno de Xi Jinping. Además, se espera que estas sanciones entren en vigor de inmediato, antes de que concluya el mes de diciembre, para limitar lo antes posible estas actividades.
Si esto sucede, Estados Unidos habrá lanzado dos paquetes de prohibiciones sumamente ambiciosos en tan solo un mes. Cabe recordar que el pasado 2 de diciembre entraron en vigor unas sanciones que erróneamente consideramos la “última medida” de la administración de Joe Biden. China respondió rápidamente y, sin lugar a dudas, lo hará de nuevo ante las próximas restricciones.
